jueves, 30 de junio de 2016

¿POR QUÉ ESTUDIAR EL PANORAMA ARTÍSTICO DE CARMONA?



ANDALUCÍA PROFUNDIZA 2016

PANORAMA ARTÍSTICO DE CARMONA EN EL SIGLO XXI

Proyecto desarrollado por alumnos y alumnas de 1º y 2º de ESO
del  IES “Manuel Losada Villasante”, de Carmona (Sevilla)




 

   Demasiado a menudo, los currículos de la enseñanza obligatoria dan al arte y las manifestaciones artísticas de los pueblos un papel secundario, como si se tratase de un simple anexo de otros aspectos considerados más importantes (la política, la sociedad, la economía…). Y no es extraño que, agobiados por la cantidad de materia a impartir, maestros y profesores reduzcan ese arte a cuatro ideas básicas, con las que es difícil adivinar la intensa relación que existe entre él y la sociedad en la que surge. 


   Y es que, aunque a menudo no somos conscientes de ello, es innegable que el arte forma parte de nuestra vida. Y para darse cuenta de ello no hay que irse a los libros ni rebuscar en el pasado; basta con mirar alrededor para descubrir que está en cualquier parte, bajo formas muy distintas, y que sigue teniendo más importancia de la que pensamos. 






  En efecto, podemos encontrar arte en los grafitis que decoran los muros de nuestras ciudades, reflejo de la cultura urbana que se desarrolla en ellas; en los anuncios de la televisión, motor del consumo; en las ilustraciones de nuestros libros, compendios de cultura; en los pasos de nuestras iglesias y pasos, objetos de devoción pero, a la vez, reclamo de turistas y motor de nuestra economía… Ciertamente, el arte no es cosa del pasado, sino que está muy presente en nuestra realidad actual y, lo que es más importante, más vivo que nunca….  



  

     Ante esa realidad, un grupo de alumnos y alumnas de 1º y 2º de ESO del IES “Manuel Losada Villasante”, de Carmona,  hemos querido mostrar la realidad artística actual de nuestra localidad. Reconocemos la importancia de los artistas del pasado y de sus manifestaciones artísticas (la  necrópolis romana y sus ajuares; los cuadros de los discípulos de Zurbarán del convento de Santa Clara, o las obras de José Arpa y de Valverde Lasarte expuestas en el Museo de la Ciudad), pero tenemos como reto mostrar la de los artistas que hoy en día desarrollan su labor en nuestra ciudad. 




  

    En la mayor parte de los casos, son artistas que conviven con nosotros, a los que incluso conocemos,  pero de cuya labor e importancia no somos conscientes,  a pesar de que sus obras las vemos a diario por nuestras calles, en nuestras fiestas o son reconocidas a nivel nacional e internacional. Somos conscientes de que no están todos los que son, pero sí son todos los que están. Nuestras disculpas a los que aquí no aparecen. 








   El trabajo ha sido duro, pero, a la vez, gratificante y divertido. Esperamos con él ayudar de alguna manera a nuestros artistas, darlos a conocer. Y ayudarles también a dar valor a sus obras, pues ya se sabe que, para valorar algo, primero hay que conocerlo. En definitiva, conseguir que, en contra de lo que dice el refrán,  nuestros artistas sí sean “profetas en su tierra”.


¿Te gustaría saber cómo lo hemos logrado? Sigue leyendo...





 








   Nuestro proyecto echó a andar  el  sábado, 5 de marzo de 2016. Instalamos la "base de operaciones" en el Aula de Informática I, con la idea de tener a nuestra disposición todos los ordenadores de la misma. En el aula, los ordenadores están situados junto a las paredes y ventanas, y en el centro tenemos varias mesas de gran tamaño unida, de manera que, en un momento dado, todos pudiéramos estar juntos. Asimismo, el aula cuenta con una pizarra digital, que pensamos que nos iba a venir muy bien tanto para las sesiones teóricas que íbamos a tener  antes de iniciar la tarea como para ir mostrando a los compañeros del grupo nuestros avances en el trabajo.


   La mañana se pasó volando, pues estábamos muy ilusionados con nuestro proyecto. Como dato anecdótico, a lo largo de la mañana recibimos varias veces la visita de un curioso singular…




           



  La segunda reunión quedó fijada para el sábado, 2 de abril, después de Semana Santa. Como tarea, completar nuestra lista preguntando a familiares, amigos y conocidos, así como  la manera de ponernos en contacto con ellos (su teléfono, domicilio, dirección de su taller, correo electrónico, etc)  

 

Esa reunión nos resultó larga y bastante intensa. 

   Comenzó con una charla de la profesora sobre arte. Por medio de videos y powerpoints, trató de ofrecer una visión general de qué es el arte,  cómo es el estudio previo a la creación de una obra ( especialmente en pintura: composición, perspectiva, etc) y los distintos estilos que habían ido surgiendo a lo largo de la historia, haciendo especial hincapié en los que van desde el Barroco hasta la actualidad.  Para ello trajo unos dibujillos de una imagen de un hombre matando una mosca y cómo se habría pintado en cada uno de esos estilos. Fue una forma curiosa de conocer las nociones básicas de los mismos .




   La mañana continuó con una mesa redonda, en la que realizamos una puesta en común de la información obtenida tras la Semana Santa y organizamos los grupos definitivos.  

    Como éramos 16 alumnos y de dos niveles (1º y 2º de ESO), se crearon cinco grupos, tomando como criterio para elaborarlos nuestras afinidades (a todo el mundo le gusta trabajar con su amigo al lado) y nuestros intereses (por ejemplo, tuvimos que realizar un pequeño sorteo porque a dos grupos les encantaba la Semana Santa y ambos querían entrevistar a los artistas imagineros).


    El resultado final fueron dos grupos formados por las alumnas de 1º ESO, a cada uno de los cuales le fueron asignados dos artistas, y  otros tres formados por los alumnos y alumnas de 2º ESO, que se hicieron cargo de tres artistas cada uno.  






     

   La última tarea de esa agotadora mañana consistió en elaborar la entrevista que íbamos a realizar a los artistas. Para ello, la profesora nos mostró una entrevista modelo y, a partir de ella, cada uno de los grupos elaboró la suya propia. 

   Como nos sobró algo de tiempo, lo completamos buscando información en internet sobre cada artista, de forma que fuésemos adelantando la tarea de las siguientes sesiones. 


   Nuestra labor de creación y de investigación estuvo amenizada por los vibrantes colores de las pastillitas de regaliz y otras chuches que tuvimos que ir a comprar a un quiosco cercano  para poder soportar el hambre que nos había provocado tanto trabajo  y, cómo no, también el hábito de comer algo en el recreo.


      






  

 Antes de despedirnos, decidimos por unanimidad que, salvo excepciones, el resto de reuniones sería los martes por la tarde. Es el día en el que los tutores tenían reuniones con los padres y, por lo tanto, el centro estaría abierto hasta tarde. Todos estuvimos  de acuerdo en que, de esa manera, podíamos aprovechar  más el fin de semana...






   Pero no nos fuimos sin "deberes". Hasta nuestra propia reunión debíamos intentar ponernos en contacto con los artistas y, si fuese posible, realizar las entrevistas y visitar sus talleres. Era mucho trabajo, pero al ser trabajo de campo, lo comenzamos con la ilusión propia del novato que no sabe en el lío en el que se ha metido…








    En efecto, no pasó mucho tiempo antes de que nos diéramos cuenta de las DIFICULTADES. Es cierto que no fueron las mismas para todos los grupos, pero también lo es que todos nosotros hemos tenido que superar algún obstáculo para poder hacer nuestro trabajo.




   La primera fue localizar a los artistas, que en algunos casos nos  resultó más complicado de lo que esperábamos. Con unos fue tremendamente fácil: padres o familiares los conocían, y bastó una simple llamada de teléfono y explicarles nuestro proyecto para que nos atendiesen. Sin problema.





    Por desgracia, eso no ocurrió con todos. Muchos de ellos “le sonaban” a nuestras fuentes cercanas de información – es decir, familiares y conocidos- , pero no sabían ni dónde vivían, ni dónde tenían su taller, ni cuál era su teléfono. Internet solucionó muchos de los casos, pero no todos, pues algunos artistas carecían de perfil en Facebook u otras redes sociales, y había poca información de ellos colgada en la red. Por ese motivo, la labor de investigación de algunos grupos fue digna de una novela de misterio o de una serie de televisión.  


               
   
  Un grupo, en concreto, lo tuvo realmente difícil. La búsqueda de uno de sus artistas los embarcó en un complicado y largo peregrinar que, finalmente, no dio el resultado que esperaban. Informaciones varias les comentaron que quizás ese artista estuviese emparentado con el dueño de una farmacia.  Desde esa farmacia los enviaron a casa de la madre, indicándoles la dirección de la misma. Continuó con varias visitas a esa dirección: en la primera, se confundieron de calle y se encontraron llamando a una puerta en la que no vivía nadie; en la segunda, ya en la dirección correcta, una vecina que los vio llamando a la puerta les comentó que la mujer que buscaban estaba de vacaciones; en la tercera, seguía de vacaciones; y, finalmente, cuando consiguieron hablar con ella, incluso a ella le fue imposible ponerse en contacto con su hijo. Tiempo perdido. 


 



   En todos los casos, a la mayoría de nosotros nos supuso  quitar  tiempo a los estudios en épocas de exámenes; deambular por las calles de Carmona entre actividad extraescolar y actividad extraescolar; perder una tarde frente a una puerta esperando a que llegase el  artista que queríamos entrevistar  o, incluso, llegar tarde a la comunión de un primo (como le ocurrió a una de nuestras compañeras) por realizar una entrevista junto a sus compañeras. La parte "positiva" - nos decía nuestra profesora medio en serio, medio en broma- es que con tanto paseíto, para arriba y para abajo, habíamos conocido mejor nuestra ciudad.






     La segunda ha sido la imposibilidad de localizar o de contactar con algunos de ellos. En el caso de la farmacia que mencionamos antes, su familia no sabía exactamente dónde estaba, pues se encontraba de viaje por Europa buscando inspiración y nuevos temas  y, al parecer, estaba totalmente desconectado. Otro aducía a la falta de tiempo para no atendernos. Otro nos dijo que sí, pero después fue que no, pues no pudimos contactar con él de nuevo. Y algún otro, sencillamente, nos dijo que no. En todos los casos, tiempo y esfuerzo perdido, y, sobre todo, el amargor que queda por no haber podido realizar tu trabajo. 




    
    Sin embargo, fueron la excepción, ya que la mayoría de los artistas con los que nos pusimos en contacto no sólo estaban encantados con ayudarnos, sino que nos brindaron la más absoluta de sus ayudas. 





  Respondieron a nuestras entrevistas con una sonrisa en los labios (algunos de ellos, hasta dos veces, como consecuencia de un virus que infectó nuestro  lápiz de memoria y provocó la pérdida de buena parte de nuestro trabajo); nos abrieron las puertas de sus talleres y de sus casas de par en par, para que no  quedase nada sin ver; nos enseñaron sus obras y nos mostraron cómo trabajaban en ellas; nos permitieron tomar todas las fotografías que deseásemos, con el beneplácito para reproducirlas… En resumen, nos mostraron su generosidad,  su  admirable  paciencia y, sobre todo, nos regalaron lo más importante: su tiempo. 

A todos ellos...






Y  la tercera, la propia forma de trabajo. En la medida de lo posible, y si los artistas estaban accedían a ello, se decidió realizar las entrevistas en los propios talleres,  para conocerlos personalmente  y  ver sus obras en el mismo lugar en el que eran creadas. Realizar entrevistas a la antigua usanza, con libreta y lápiz, se consideraba inviable, por la propia dificultad que tenía recoger fidedignamente lo que decían sin tener que frenarlos a cada minuto, como por el riesgo  - comprobado después- de que, en medio de la entrevista, en ocasiones se “fuesen por las ramas”, y no supiésemos qué copiar y qué no. Así  Pensamos en comprar una grabadora y compartirla entre los distintos grupos, pero dimos con una solución más viable y económica: nuestros teléfonos  móviles. 



   Pero, claro, eso suponía tener que transcribir todas las entrevistas, y ese es un trabajo difícil… Necesitaríamos tiempo, muuuchooo tieeempoooo... 





Decididamente no iba a ser un trabajo fácil, pero nada era imposible ...





   Las cuatro reuniones siguientes (realizadas los martes 12 y 26 de abril, y 10 y 24 de mayo) las dedicamos a recopilar todo el material obtenido en nuestras pesquisas y labor detectivesca.

  Así, transcribimos todas las entrevistas que habíamos realizado, algunas de las cuales supusieron un esfuerzo realmente titánico; buscamos, seleccionamos y descargamos buena parte de las  fotografías que utilizaríamos para realizar nuestros carteles, tanto las que habíamos obtenido con nuestros móviles como las que encontramos en las páginas que en las redes sociales tienen algunos artistas; tuvimos que recordar a otros artistas  entrevistados por correo electrónico o whatsapp –en algunos casos rayando la mala educación (a todos ellos, perdón)- que tenían que enviarnos sus biografías, entrevistas o fotos….

 Todo el material lo organizamos en archivos personalizados, uno por cada artista, para que esa información fuese de fácil acceso y consulta.





 Fue un trabajo lento y laborioso, a menudo desesperante, pero imprescindible si queríamos hacer las cosas bien. Y, por si eso fuese poco, las dos últimas reuniones fueron en semanas en las que se acumularon los exámenes, por lo que la tarea se hizo aún más cuesta arriba…  







   Las dos últimas reuniones (ya en el mes de junio, por la mañana, una vez terminadas las clases: el viernes, 24 y el lunes, 27), las hemos dedicado a dar formato a las entrevistas y los carteles,  pasarlos a pdf  y colgarlos en internet. 

Pero todo lo que comienza, tiene que acabar...
 




  ... y éste es el RESULTADO. Es la suma de muchos esfuerzos individuales y de mucho tiempo para hacer realidad una idea que un día decidimos llevar a la realidad. Lo podéis encontrar en la siguiente dirección y, cómo no, esperamos que os guste.

 



   Pero no queremos terminarlo sin hacer referencia a las EMOCIONES que hemos sentido mientras lo realizábamos. Todas, absolutamente todas las reuniones han estado salpicadas de ellas en mayor o menor medida. Es cierto que muchas han sido negativas. La lista es larga: la impotencia , nacida de la tardanza en responder de algunos entrevistados y de los problemas propios de los ordenadores de un aula de informática de un instituto mediano; la desesperación , como aquella surgida ante la pérdida de una entrevista al estropearse el móvil en el que estaba grabada; el desconsuelo , acompañando a las lágrimas derramadas por una compañera cuando un refresco cayó sobre el ordenador en el que estaba trabajando; el espanto, que nos atrapó a todos cuando el virus infectó el lápiz de memoria y comprobamos aterrados que habíamos perdido  la mayor parte de los datos y hubo que volver a buscarlos;  el agobio, especialmente al final, cuando las fotos descuadraban a los textos,  los textos a las fotos, y así sucesivamente…; el  sobreesfuerzo , especialmente en época de exámenes, en la una reunión nos parecía perder tiempo de estudios y, sin embargo, acudíamos a ella… Pero, aunque las emociones negativas han sido muchas, nosotros nos quedamos con las positivas que , si bien no han sido tantas, han sido intensas:  como la alegría que revoloteaba en el aula cada vez que nos reuníamos a trabajar, especialmente cuando “el pavo” entraba en ella; o el  compañerismo ,que nos ha permitido solucionar entre todos los problemas que surgían, sí o sí, en cada una de las reuniones; la ilusión  ante la idea de mostrar tu trabajo terminado, ese mismo trabajo que tantos sinsabores te ha dado; pero, sobre todo, el orgullo de todos ante un trabajo que creemos que muestra lo que los jóvenes somos capaces de hacer, simplemente con un poquito de ayuda…


     
Los alumnos y alumnas que hemos llevado a cabo este proyecto somos

- María Acosta Álvarez (1º ESO)
- Eva Alonso Jiménez (1º ESO)
-Andrea Barragán García (1º ESO)
- Miguel Bermudo Prieto (2º ESO)
- Helena Cejudo Mesa (1º ESO)
- Julia Cejudo Mesa (1º ESO)
- Ismael García Pérez (2º ESO)
- Jorge González Muñoz (2º ESO)
- Ángela González Rodríguez (2º ESO)
- Luis Infantes García (2º ESO)
- Carolina López Cabello (2º ESO)
- Manuel Martínez González (2º ESO)
-  Irene Muñoz Ávila (2º ESO)
- Julia Muñoz Ortíz (2º ESO)
- Andrea Pérez Tejera (2º ESO)
- Stefanía Ricoy Palacios (2º ESO)
- Pablo Rodríguez Ávila (2º ESO)

y la profesora que nos animó a hacerlo es Olga M. Santamaría Aranda.